¿Cuánto tiempo es normal estar de duelo?

¿Cuánto tiempo es normal estar de duelo?

Entre lo esperado y lo vivido, entender -y atender- a tu propio tiempo de duelo, permite reconocer que se trata de un viaje íntimo y único, que no obedece a la universalidad de lo preestablecido, sino al pulso de cada corazón, porque el dolor se vive a medida propia.

En líneas generales, los estudios reflejan un promedio de una duración entre uno y dos años. Sin embargo, la realidad es bien distinta, puesto que a cada uno/a le lleva su tiempo y cada uno/a necesita su propio tiempo: el tiempo es relativo, orientativo y no se ajusta por igual ni de manera uniforme a todos los dolientes.

Los primeros meses suelen ser los más intensos emocionalmente, y muchas personas comienzan a notar una ligera mejoría entre los 6 y 12 meses tras la pérdida. Aun así, es completamente normal que el dolor resurja en fechas significativas o en momentos delicados, incluso años después.

Partimos de la base de que el duelo es un proceso connatural a la vida que se experimenta ante la pérdida de un ser querido y depende de múltiples factores en función de la persona, sus circunstancias y el contexto en el que se halle.

Se trata de una experiencia profundamente humana y universal que todos/as vivimos en algún momento de la vida tras una pérdida significativa; y, aun así, cada uno/a la vive de manera única.

El duelo no es un proceso lineal o estandarizado. Al contrario. Es dinámico, cambiante y fluctúa con con el paso del tiempo, el vínculo perdido, las circunstancias de la pérdida y los recursos de quien lo transita.

No existe un periodo determinado, ni tampoco una forma acertada o errónea de llevarlo a cabo: el duelo no sigue un guión fijo ni tampoco la sistemática de un calendario preestablecido. Cada persona siente a su manera y puede padecer diferentes altibajos a lo largo de su proceso. Por eso es tan importante que todo/a aquel/la que ha perdido a un ser querido disponga del tiempo que precise para superar su dolor y adaptarse a la nueva situación.

No obstante, el duelo se vuelve preocupante cuando:

  • El sufrimiento se mantiene igual o se intensifica con el paso del tiempo.

  • Existen dificultades graves para retomar la vida cotidiana.

  • Aparecen pensamientos suicidas o de desesperanza persistente.

  • Se experimenta aislamiento social o incapacidad para hablar de la pérdida.

En esos casos, puede tratarse de un duelo complicado y se recomienda acudir a un profesional de la salud mental especializado en procesos de duelo y pérdidas.

Contar con un espacio de apoyo profesional no significa acelerar el proceso ni “arreglar” lo que duele, sino poder transitarlo acompañado/a, desde la escucha, la comprensión y sin presiones externas.

Si sientes que este momento te sobrepasa o simplemente necesitas un lugar seguro donde poder hablar, puedes ponerte en contacto conmigo. No tienes por qué vivirlo todo solo/a.

Busca la ayuda de profesionales especializados. Son quienes mejor podrán asistirte porque SON quienes específicamente están capacitados y cualificados para atenderte ya que poseen las habilidades y herramientas necesarias para evaluar la situación, intervenir en el manejo de situaciones y conversaciones difíciles, brindarte el tratamiento oportuno y actuar con rapidez en situaciones críticas.

Si tienes un ser querido que está atravesando un momento difícil, recuerda que tu atención y apoyo pueden ser el impulso que necesita para encontrar el camino hacia la recuperación. En ciertas circunstancias, que sea otro/a quien se atreva a dar un primer paso por nosotros/as permaneciendo a nuestro lado y empezar por hablarlo es un pequeño gran acto de amor incondicional y de cuidado hacia uno/a mismo/a.

Y si eres TÚ quien está sufriendo o un momento nada fácil de sobrellevar, por favor, no decaigas, mantén la esperanza: hay ayuda, hay personas que se preocupan profundamente por tu bienestar, y hay una salida, incluso si ahora parece difícil de encontrar. A veces, el comienzo de un nuevo rumbo ES pedir ayuda. Soy consciente de que dar el primer paso puede ser difícil, pero no tienes que hacerlo solo.

Sea lo que sea lo que te pase, cuéntalo, compártelo, ayúdate y ayúdame a ayudarte si tu deseo es contactarme.

Si estás en un momento de crisis y/o necesitas ayuda en este preciso instante, por favor, haz uso de los recursos de ayuda que tienes a tu disposición los 365 días del año, las 24 horas del día:

  • 112, teléfono de emergencias.
  • Línea 024 de atención a la conducta suicida.
  • Fundación ANAR para la ayuda a niños/as y adolescentes: 900 20 20 10.