¿Puedo recibir ayuda si he perdido a alguien por suicidio?

¿Puedo recibir ayuda si he perdido a alguien por suicidio?

Cuando la pérdida y el duelo por suicidio duele distinto, viene cargado de silencios, estigmas y preguntas sin respuesta, buscar apoyo es un acto vital de cuidado.

La respuesta es SÍ.

Perder a un ser querido por suicidio es una de las experiencias más dolorosas y complejas que puede vivir una persona. Buscar apoyo en estos casos no solo es posible, sino también muy recomendable —y en ocasiones imprescindible—, ya que puede ayudarte a entender un dolor tan profundo y de gran carga emocional sin tener que atravesarlo tú solo/a en silencio y en soledad.

A diferencia de otros tipos de duelo, el duelo tras una muerte por suicidio conlleva una carga adicional de incomprensión y aislamiento. A menudo, el estigma social y el silencio en torno al suicidio dificultan que los dolientes expresen su dolor abiertamente, lo que puede intensificar sentimientos de culpa, vergüenza o soledad.

La falta de espacios seguros para compartir su pérdida y el miedo al juicio de los demás pueden hacer que transiten este proceso de forma aún más desorientada, aislada y sin el apoyo necesario, acompañados de emociones intensas y contradictorias a partes iguales: tristeza, culpa, rabia, miedo, confusión, frustración, vergüenza, e incluso aislamiento.

Muchas personas también sienten que “no pueden hablar del tema” con su entorno, lo que agrava el sufrimiento. La buena noticia es que hay ayuda, y no estás solo/a para afrontarlo ya que existen formas de transitar este dolor acompañado/a.

Lo primero de todo es buscar ayuda profesional especializada para brindarte el apoyo que necesitas. En este momento tan angustioso y desolador, un acompañamiento profesional puede ayudarte a:

  • Comprender un fenómeno tan complejo y sensible como es el suicidio.
  • Gestionar tus emociones ante una pérdida tan devastadora sin juzgarte.
  • Abordar la confusión y la contradicción emocional que muchas veces acompañan a este tipo de duelo.
  • Aprender a convivir con la ausencia y reconstruir tu vida a tu propio ritmo.
  • Trabajar sentimientos de culpa, rabia, vergüenza, silencio o bloqueo (entre otros) que puedan estar interfiriendo en tu proceso.
  • Nombrar el dolor sin miedo al juicio, en un espacio seguro y respetuoso.
  • Sentirte menos solo/a en una experiencia que suele vivirse con incomprensión y aislamiento.

También puedes participar en grupos de apoyo con otras personas que han pasado por experiencias similares, sabiendo que compartir lo vivido ayuda a aliviar el peso que cargamos y favorece el proceso de recuperación.

El duelo tras la muerte por suicidio de un ser querido no es fácil, ni para quien lo vive ni para quienes están cerca.

Si sientes que este proceso te está desbordando, dar el primer paso no siempre es fácil, pero puede ser el gesto que mejor responda al cuidado que necesitas.

Busca la ayuda de profesionales especializados. Son quienes mejor podrán asistirte porque SON quienes específicamente están capacitados y cualificados para atenderte ya que poseen las habilidades y herramientas necesarias para evaluar la situación, intervenir en el manejo de situaciones y conversaciones difíciles, brindarte el tratamiento oportuno y actuar con rapidez en situaciones críticas.

Si tienes un ser querido que está atravesando un momento difícil, recuerda que tu atención y apoyo pueden ser el impulso que necesita para encontrar el camino hacia la recuperación.

Y si eres TÚ quien está sufriendo o un momento nada fácil de sobrellevar, por favor, no decaigas, mantén la esperanza: hay ayuda, hay personas que se preocupan profundamente por tu bienestar, y hay una salida, incluso si ahora parece difícil de encontrar. A veces, el comienzo de un nuevo rumbo ES pedir ayuda. Soy consciente de que dar el primer paso puede ser difícil, pero no tienes que hacerlo solo/a.

Sea lo que sea lo que te pase, cuéntalo, compártelo, ayúdate y ayúdame a ayudarte si tu deseo es contactarme.

Si estás en un momento de crisis y/o necesitas ayuda en este preciso instante, por favor, haz uso de los recursos de ayuda que tienes a tu disposición los 365 días del año, las 24 horas del día:

  • 112, teléfono de emergencias.
  • Línea 024 de atención a la conducta suicida.
  • Fundación ANAR para la ayuda a niños/as y adolescentes: 900 20 20 10.

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